Terapia de Parejas
Hacer terapia de pareja no es señal de debilidad, sino de valentía: es elegir crecer juntos, sanar lo que duele y reconstruir el vínculo desde el amor y la conciencia.

Terapia de Parejas
Describiré brevemente, en qué consiste un proceso de Terapia de Pareja, en especial las primeras sesiones.
Una vez que la pareja ha tomado la decisión de acudir, y han pedido una cita, son atendidos por el Psicólogo que se les ha asignado, en el Centro de Reeducación Psicológica existen varios psicólogos que están especializados en problemas de pareja.
En la primera cita acuden los dos, hay casos que, por diferentes motivos, acude sólo un miembro de la pareja. Si uno de los dos no quiere hacer la terapia, es un error intentar convencerle, u obligarle, se le puede plantear que acuda el primer día para tener información, y que después pueda tomar una decisión. Pero si no existe motivación, no se puede forzar.
La primera entrevista la realizamos con los dos, es una toma de contacto donde inicialmente recogemos información sobre diferentes aspectos:
- Datos personales.
- Tiempo que llevan juntos, hijos.
- Cómo ha sido el proceso de tomar la decisión de acudir.
Si han realizado otros procesos de terapia, tanto individual como de pareja.
- El nivel de motivación de cada uno.
Desde el primer momento...
Les damos una norma importante para cumplir en esta y en las siguientes sesiones, y es que respeten el turno de palabra, el terapeuta tiene que escuchar a los dos, para poder entender lo que ha pasado y sobre todo como lo ha vivido cada uno, ya que entendemos que, aunque la relación es la misma, la manera de percibir, y sentirse en las situaciones, puede ser totalmente diferente. Además, tienen que tener claro que en las sesiones no permitimos que discutan entre ellos, aunque haya opiniones diferentes, el objetivo es recoger información para poder resolver los problemas que presenten, nunca discutir.
A continuación, preguntamos sobre el motivo de consulta, cada uno expone brevemente el motivo/s que tiene, que puede no coincidir con el motivo/s del otro. Habitualmente el motivo suele ser muy difuso, hay que entender que la pareja está nerviosa, y es la primera vez que están delante del psicólogo.
Suelen hablar de sentimientos negativos...
de problemas recientes que han generado un conflicto en la relación y que no saben cómo resolver, del malestar que tienen desde hace tiempo por diferentes circunstancias que se han podido dar en el pasado de la relación, de problemas específicos (educación de los hijos, afectividad, sexualidad, infidelidad, temas familiares..), y sobre todo de las consecuencias que estos y otros problemas pueden provocar, enfados frecuentes, discusiones, distanciamiento, problemas en la comunicación, separación temporal, entre otras.
Pero sobre todo hablan del malestar emocional que los conflictos les están generando, llagando en ocasiones a plantear que tienen dudas sobre qué hacer, dudas sobre los sentimientos, dudas sobre la posibilidad de conseguir que cambien las cosas.
Esta primera información nos permite comprobar cómo se siente cada uno en el momento actual, y analizamos de forma especial el nivel de motivación que presentan.
La realidad en consulta, es que la mayoría de las parejas que acuden, suelen presentar inicialmente una importante afectación emocional, se sienten mal. Esto responde al momento de crisis en el que se encuentran cuando llegan, la mayoría de las parejas acuden después de llevar mucho tiempo con el problema, acentuándose por tanto ese malestar. Pensamos que las parejas deberían hacerse “revisiones”, en distintos momentos, para poder aprender a manejar las situaciones conflictivas y de esta forma poder prevenir algunos problemas que llegan a deteriorar la relación. (Nadie nos enseñan a vivir en pareja…).
Pero, aunque exista ese malestar, la realidad es que la pareja está en una sesión, delante de un Psicólogo, buscando una ayuda. Y esto es lo más importante, pues, independientemente de lo que vaya pasando en el proceso de la terapia, están buscando soluciones a los problemas que ellos no han podido resolver. Y esto ya es un paso importante.
En la primera sesión, revisamos y evaluamos como ha sido la historia de la pareja, vemos como se conocieron, como fueron los primeros años de convivencia, algunos problemas importantes que han tenido, como se resolvieron, cambios importantes en su vida que hayan podido afectar en la relación etc.

Es imposible revisar en la primera sesión todo lo que es necesario conocer de la pareja.
Es mucha la información y disponemos de un tiempo limitado, además hay preguntas que vamos a realizar a cada uno por separado, esto lo hacemos en la segunda sesión.
Antes de terminar, se les pregunta sobre los objetivos que les gustaría conseguir con la terapia. El terapeuta también quiere conocer las cosas positivas que cada uno destaca del otro, y aunque en ocasiones les cuesta, es importante para cada uno escuchar lo que el otro valora y por qué.
Al finalizar se les entregan unas tareas que tienen que traer para la siguiente cita. El objetivo de las tareas es recoger más información sobre la relación, les damos Cuestionarios específicos que aportan información sobre diferentes áreas de la pareja. El terapeuta les indica que tienen que ir anotando en un papel, diferentes aspectos relevantes que se pueden dar en la semana, (situaciones negativas, positivas, que hacen, que piensan…). Esta tarea es un auto registro semanal, y nos aporta información de lo que va pasando en el día a día.
Con la información recogida en la primera sesión, el terapeuta explica a la pareja como es el proceso a seguir en las siguientes sesiones:
- Frecuencia de las sesiones
- Recogida de información
- Evaluación de los datos y establecimiento de objetivos de terapia.
Esta segunda entrevista, la realizamos con cada uno por separado.
El objetivo es evaluar algunos temas, que son importantes y que van a contar con más libertad si están solos. Nos permite un mejor análisis de cómo está realmente cada uno, conocer cosas que no han querido decir delante del otro por no querer hacer daño, o porque el otro desconoce. Pero son de mucha ayuda para el proceso de evaluación.
En esta sesión se profundiza en las diferentes áreas de la relación, viendo como las percibe e interpreta cada uno, y los cambios que les gustaría que se diesen.
A lo largo del proceso de terapia, pueden darse ocasiones donde el terapeuta quiera hablar con cada uno por separado. Aunque habitualmente las sesiones van a ser conjuntas.
La recogida de toda la información se realiza en las cuatro primeras sesiones. Una vez que tenemos la información necesaria, y esta ha sido evaluada, explicamos a la pareja como vemos el problema/s, los factores que explican el origen y mantenimiento, las áreas que están afectadas, y los objetivos específicos del tratamiento, que lógicamente varían en cada caso.
La frecuencia de las sesiones suele ser de una vez por semana al principio del tratamiento, para pasar más adelante a distanciar cada dos semanas, una vez que se van consiguiendo los objetivos establecidos. A medida que se va avanzando en el proceso, se van distanciando las sesiones, para permitir que la pareja vaya trabajando de forma más independiente, acudiendo de vez en cuando para revisión, para consultar dudas y si es necesario, para reforzar algunos aspectos de la terapia. La duración de la terapia varía en cada caso. La media está entre 6-8 meses, aproximadamente.


Lo que dicen nuestros pacientes



